Catequesistas Laudato: primer taller virtual para catequistas adolescentes y juveniles

Catequesistas Laudato: primer taller virtual para catequistas adolescentes y juveniles

Por: Giovanna Tames Miraglia

La Comisión de Catequesis de la Diócesis y el Programa Ética y Civismo del Centro Loyola, en su Línea Bioética Ambiental, han ofrecido el Taller virtual Catequistas&Laudato, centrado en la lectura reflexiva de la Carta Encíclica Laudato Si del Papa Francisco. Esta opción formativa, ajustada para el confinamiento que por razones epidemiológicas está viviendo nuestra Diócesis, integró a varios catequistas con acceso a WhassApp, quienes formaron una comunidad virtual que durante seis semanas compartió espacios de reflexión, espiritualidad y esparcimiento.

Participaron 15 muchachos de 9 comunidades, y de ellos 12 llegaron al final. Las dificultades tecnológicas y económicas atentaron en muchas ocasiones, sin embargo entre los que pudieron terminar este primer ciclo, la opción fue evaluada de muy positiva tanto por los adolescentes y juveniles catequistas como por sus familiares, quienes en su mayoría hicieron llegar su agradecimiento por propiciar una alternativa para la formación y la utilización positiva de las redes.

La dinámica utilizada se centró en la lectura y meditación de la primera parte de la Encíclica a partir de pautas para el trabajo personal y grupal. El acento se colocó en dirigir la mirada al énfasis que hace el Papa Francisco en que la crisis que sufre nuestra Casa Común, posee un marcado carácter socio ambiental por tanto, las soluciones se han de buscar con una mirada compasiva, al estilo de Jesús, que llegue al grito de los pobres y excluidos.

Para facilitar el trabajo, se crearon tres equipos que a su vez conformaron las comisiones que dinamizaban internamente el grupo: la de ánimo (o comisión de embullo, como bien se llamaron a si mismos) que procuraba mantener la alegría y disponibilidad, la de evaluación (o meteorología) que iba tomando la temperatura de cada momento, y la de espiritualidad que creó en un chat paralelo- la Capilla Laudato- para colocar las lecturas y el santoral diarios, reflexiones y la bendición enviada por nuestros sacerdotes.

Las tardes de domingo eran muy esperadas en el grupo pues se dedicaban al esparcimiento: adivinanzas, trabalenguas, memes, hasta coreografías visuales, concursos y competencias.

Llegado el fin de este ciclo, la alegría se colmó cuando el equipo organizador visitó a la gran mayoría de los talleristas para entregarles su diploma de participación y un reconocimiento por el empeño y la disposición. Un emotivo mensaje de Monseñor Dionisio acompañó el cierre, animándolos a ser perseverantes en su formación, en su servicio a la evangelización y a la llamada a ser buenos cristianos. Por parte de todos, quedaron las ganas de continuar, el agradecimiento por lo vivido, el sabernos acompañados y los tantos saberes compartidos con empeño y creatividad.

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