Palabras de bienvenida dirigidas al Cardenal Stella por Mons. Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, en la SBMI Catedral de Santiago de Cuba, 5 de febrero de 2023

Palabras de bienvenida dirigidas al Cardenal Stella por Mons. Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, en la SBMI Catedral de Santiago de Cuba, 5 de febrero de 2023

Palabras de bienvenida dirigidas al Cardenal Stella por Mons. Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, en la SBMI Catedral de Santiago de Cuba, 5 de febrero de 2023

Querido amigo Mons. Stella

Con mucho afecto y repasando los buenos recuerdos y vivencias que nos dejó durante el tiempo que paso entre nosotros como Nuncio de Su Santidad, cuando con entusiasmo, desvelos y esperanzas, trabajamos juntos, mano a mano, en la ingente y hermosa tarea de querer sembrar a Jesucristo en el corazón de los cubanos, le damos nuestra más cálida bienvenida.

Hoy le recibimos en esta Santa Basílica Metropolitana Catedral de Santiago de Cuba para celebrar los XXV años de la visita de san Juan Pablo II a nuestra iglesia y pueblo cubano.  Gracias por aceptar la invitación que le hicimos los obispos.

Esta presencia suya también se enmarca en los inicios de las celebraciones para conmemorar los 500 años en que la ciudad de Santiago de Cuba acogió a la Diócesis primada de Cuba. 

Dios ha querido que esta celebración coincida con el “Día de la Catequesis”, que celebramos por disposición de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, el primer domingo de febrero de cada año.

Siento que Dios ha bendecido a esta Arquidiócesis con catequistas insignes que catequizaron desde el púlpito de esta Catedral, que hoy todavía admiramos.  Recordemos a algunos de ellos, de mediados del s. XIX: El Arzobispo San Antonio María Claret y Clará, patrono de los catequistas y misioneros cubanos, que funda en esta ciudad a la congregación de las Hermanas Misioneras Claretianas; el beato Ciriaco maría Sancha y Hervás, que funda en esta ciudad el Instituto de las Hermanas del Cardenal Sancha; el Venerable P. Jerónimo Usera y Alarcón, fundador de las Hermanas del Amor de Dios y la beata María Dolores Rodríguez Sopeña, fundadora del Instituto Catequista “Dolores Sopeña”, que siendo muy joven aun, ejerció su labor de catequista laica en las periferias de Santiago de Cuba.  En el siglo XX, quisiera recordar al Arzobispo Mons. Enrique Pérez Serantes, ejemplo de catequista y misionero. El Papa Francisco, ejerció su ministerio catequético durante su paso por Santiago de Cuba en un encuentro muy entusiasta con representantes de las familias de todas las diócesis cubanas, celebrado en esta Catedral.

También Ud. desde este púlpito, en otras ocasiones, nos ha iluminado con la Palabra de Dios.  Le pido que hoy también nos ayude a conocer más a Jesús y a ser mejores testigos de Él. 

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