Quince años por la Vida y la Esperanza

por: Mercedes Ferrera Angelo

Celebrar alguna fecha o recordar con alegría un acontecimiento es algo que siempre renueva y reconforta.  Eso sucedió esta mañana del 7 de julio cuando la SBMI Catedral de Santiago de Cuba acogió a los fundadores y organizadores de la “Cruzada por la Alegría”, en una celebración presidida por Mons. Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba, para agradecer a Dios por los 15 años de su fundación. 

La Cruzada de la Alegría es de esos proyectos que brotan desde el alma y contagian.  Se trata de un grupo de médicos, enfermeras y trabajadores de la salud que combinan su profesión con el arte, específicamente como payasos, y lo hacen en beneficio de los más necesitados, los niños enfermos de cáncer, como dicen en su lema: Por la Vida y la Esperanza.

Es conocida la historia del Dr. Hunter Patch Adams, norteamericano que para muchos abrió la puerta a lo que hoy conocemos como la risoterapia.  En Santiago de Cuba fue el Dr. Manuel Verdecia, especialista en oncología y coordinador del control del cáncer infanto-juvenil, con sede en el Hospital Pediátrico Docente sur, “Antonio María Béguez Cesar”, quien dio los primeros pasos en esta difícil pero increíble cruzada, con la ayuda del Sr. Pere Mentruit, de la Seu de Urgell, Cataluña y otros muchos amigos que, con vientos a favor, pero también en contra, se han empeñado durante estos quince años en construir desde la alegría un puente que puede ser cruzado por todos los que lo necesiten.

Es importante decir que este grupo tiene en su haber además, una labor investigativa que les ha permitido intercambiar con grupos de payasos terapéuticos de Argentina, Canadá y Francia mediante conferencias y eventos. 

En la homilía, Mons. Dionisio García comentaba el Evangelio, haciendo un paralelo con estas personas que “daban de gratis lo que de gratis habían recibido” y pedía para ellos la Fuerza que viene de Dios para seguir adelante en la difícil tarea de hacer el bien. 

Al terminar la eucaristía, el Sr. Pere Mentruit, presidente de la Cruzada por la Alegría, agradecía a médicos, enfermeras, sicólogos y todos los que colaboran; ellos, con su entrega “motivan e inspiran a muchas personas”.