TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA

TRAS LAS HUELLAS DE CLARET EN CUBA

OTRAS INICITIVAS DE PASTORAL SOCIAL DEL ARZOBISPO CLARET
LA REFORMA AGRARIA. EL REPARTO DE LA TIERRA

Con el fin de hacer realidad la Reforma Agraria a Claret le resultaba indispensable fijar:

1°. – Una ley sobre los arriendos de los terrenos y así eviten los desafueros y los injustos desalojos por parte de los latifundistas. En este aspecto, como en casi todos los económicos, sociales y educacionales, el Arzobispo era portavoz del pensamiento de los criollos progresistas, cuya vinculación con la Reforma Agraria queda demostrada en las palabras de un cubano ilustre, Don Francisco Jacott, conde de Pozos Dulces, cuando aseveraba que sería lisonjero el destino de nuestra patria si “se abriese un porvenir envidiable a la pequeña propiedad rural”.

2°. – Claret creyó que “era de absoluta necesidad la división de los terrenos, la repartición de los mismos entre pequeños agricultores” y que era a la vez indispensable “fijar una ley sobre los arriendos de los terrenos”, para evitar los injustos desalojos por parte de los latifundistas que él había observado en sus constantes correrías apostólicas. “He observado – decía – que varios colonos laboriosos e industriosos, después de haber trabajado mucho… son arrojados de la tierra cultivada”. “De esta manera no trabajan con cariño, la tierra no fructifica, el cultivo es abandonado y el hambre y la miseria material y espiritual asolan la tierra cubana”.

Más en concreto, Claret deseaba la repartición de terrenos “entre los pequeños agricultores sobre todo en la jurisdicción de Tunas y Bayamo por la parte del Cauto”, para que la propiedad privada sobre la tierra garantizara el fomento de su explotación. Revolucionaria debió ser también su propuesta de que las tierras de la jurisdicción de Manzanillo, que habían pertenecido a los regulares (órdenes religiosas), fueran entregadas a los pobres que las trabajaban: “Deben – dice – adjudicarse con preferencia, si no con exclusión, a los pobres que las hayan cultivado o puedan cultivarlas, como colonos, excluyendo a los ricos, o al menos posponiéndolos, de las cortas propiedades que se enajenen”.

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