MES DE LA BIBLIA

MES DE LA BIBLIA

LECTURA PERSONAL DEL EVANGELIO DE SAN MATEO
ALGUNAS ORIENTACIONES

Busca el mejor momento del día y el mejor lugar de la casa para leer atentamente un capítulo de este Evangelio.
Hago silencio, exterior e interior. Contemplo al Señor que me quiere, me acoge, me escucha, me habla…

¡!!ESPECIAL ATENCION!!!

En cada capítulo del Evangelio, pongo especial atención y me fijo en:
1. LO QUE DICE JESUS: sus palabras, sus expresiones, su MENSAJE.
2. LO QUE HACE JESUS: sus gestos, sus miradas, sus modos de actuar y comportarse con la gente…, sus sentimientos…
3. LO QUE ME DICE A MI HOY ESTA CAPITULO DEL EVANGELIO: Mensaje para mi vida, para mi situación personal, familiar, laboral, social, económica, en la comunidad…

Y UN PEQUEÑO COMPROMISO para la vida después de la lectura de cada Capítulo del Evangelio de San Mateo.
Y doy gracias al Señor por haber recibido el mensaje de su Palabra.

Evangelio según Mateo
Capítulo 21

La entrada triunfal

1 Cuando se acercaron a Jerusalén y llegaron a Betfagé, junto al monte de los Olivos, Jesús entonces envió a dos discípulos, 2diciéndoles: «Vayan a la aldea que está enfrente de ustedes, y enseguida encontrarán un asna atada y un pollino con ella; desátenla y tráiganlos a Mí. 3Y si alguien les dice algo, digan: “El Señor los necesita”; y enseguida los enviará».
4Esto sucedió para que se cumpliera lo que fue dicho por medio del profeta, cuando dijo:
5«Digan a la hija de Sión:

“Mira, tu Rey viene a ti,
Humilde y montado en un asna,
Y en un pollino, hijo de bestia de carga” ».

6 Entonces fueron los discípulos e hicieron tal como Jesús les había mandado, 7y trajeron el asna y el pollino. Pusieron sobre ellos sus mantos y Jesús se sentó encima. 8La mayoría de la multitud tendió sus mantos en el camino; otros cortaban ramas de los árboles y las tendían por el camino. 9Y las multitudes que iban delante de Él y las que iban detrás, gritaban:

«¡Hosanna al Hijo de David!
¡Bendito Aquel que viene en el nombre del Señor!
¡Hosanna en las alturas!».

10 Cuando Jesús entró en Jerusalén, toda la ciudad se agitó, y decían: «¿Quién es Este?». 11Y las multitudes contestaban: «Este es el profeta Jesús, de Nazaret de Galilea».

Jesús echa a los mercaderes del templo

12 Jesús entró en el templo y echó fuera a todos los que compraban y vendían en el templo. También volcó las mesas de los que cambiaban el dinero y los asientos de los que vendían las palomas. 13Y les dijo*: «Escrito está, “Mi casa será llamada casa de oración”, pero ustedes la están haciendo cueva de ladrones».

14 En el templo se acercaron a Él los ciegos y los cojos, y los sanó. 15Pero cuando los principales sacerdotes y los escribas vieron las maravillas que había hecho, y a los muchachos que gritaban en el templo y decían: «¡Hosanna al Hijo de David!», se indignaron. 16Y le dijeron: «¿Oyes lo que estos dicen?». Y Jesús les respondió*: «Sí, ¿nunca han leído: “De la boca de los pequeños y de los niños de pecho te has preparado alabanza?” ». 17Y dejándolos, salió fuera de la ciudad, a Betania, y se hospedó allí.

La higuera estéril

18 Por la mañana, cuando regresaba a la ciudad, Jesús tuvo hambre. 19Y al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no halló nada en ella sino solo hojas, y le dijo*: «Nunca jamás brote fruto de ti». Y al instante se secó la higuera. 20Los discípulos se maravillaron al ver esto, y decían: «¿Cómo es que la higuera se secó al instante?».
21 Jesús les respondió: «En verdad les digo que si tienen fe y no dudan, no solo harán lo de la higuera, sino que aun si dicen a este monte: “Quítate y échate al mar”, así sucederá. 22 Y todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán».

La autoridad de Jesús puesta en duda

23 Cuando Jesús llegó al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se acercaron a Él mientras enseñaba, diciendo: «¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quién te dio esta autoridad?».

24 Y Jesús les respondió: «Yo también les haré una pregunta, que si me la contestan, Yo también les diré con qué autoridad hago estas cosas. 25¿De dónde era el bautismo de Juan, del cielo o de los hombres?». Y ellos discutían entre sí, diciendo: «Si decimos: “Del cielo”, Él nos dirá: “Entonces, ¿por qué no le creyeron?”. 26Y si decimos: “De los hombres”, tememos a la multitud; porque todos tienen a Juan por profeta».

27 Y respondieron a Jesús: «No lo sabemos». Él a su vez les dijo: «Tampoco Yo les diré con qué autoridad hago estas cosas.

28 »Pero, ¿qué les parece? Un hombre tenía dos hijos, y llegándose al primero, le dijo: “Hijo, ve, trabaja hoy en la viña”. 29Y él respondió: “No quiero”; pero después, arrepentido, fue. 30Llegándose al otro, le dijo lo mismo; y este respondió: “Yo iré, señor”; pero no fue. 31¿Cuál de los dos hizo la voluntad del padre?». «El primero», respondieron* ellos. Jesús les dijo*: «En verdad les digo que los recaudadores de impuestos y las rameras entran en el reino de Dios antes que ustedes. 32Porque Juan vino a ustedes en camino de justicia y no le creyeron, pero los recaudadores de impuestos y las rameras le creyeron; y ustedes, viendo esto, ni siquiera se arrepintieron después para creerle.

Parábola de los labradores malvados

33 »Escuchen otra parábola. Había una vez un hacendado que plantó una viña y la cercó con un muro, y cavó en ella un lagar y edificó una torre, la arrendó a unos labradores y se fue de viaje. 34Cuando se acercó el tiempo de la cosecha, envió sus siervos a los labradores para recibir sus frutos. 35Pero los labradores, tomando a los siervos, a uno lo golpearon, a otro lo mataron y a otro lo apedrearon. 36Volvió a mandar otro grupo de siervos, mayor que el primero; y les hicieron lo mismo.
37 »Finalmente les envió a su hijo, diciendo: “Respetarán a mi hijo”. 38Pero cuando los labradores vieron al hijo, dijeron entre sí: “Este es el heredero; vengan, matémoslo y apoderémonos de su heredad”. 39Y echándole mano, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron. 40Cuando venga, pues, el dueño de la viña, ¿qué hará a esos labradores?».
41 Ellos respondieron*: «Llevará a esos miserables a un fin lamentable, y arrendará la viña a otros labradores que le paguen los frutos a su tiempo». 42Jesús les dijo*:

«¿Nunca leyeron en las Escrituras:
“La piedra que desecharon los constructores,
Esa, en piedra angular se ha convertido;
Esto fue hecho de parte del Señor,
Y es maravilloso a nuestros ojos”?

43 Por eso les digo que el reino de Dios les será quitado a ustedes y será dado a una nación que produzca los frutos del reino. 44Y el que caiga sobre esta piedra será hecho pedazos; pero sobre quien ella caiga, lo esparcirá como polvo».
45 Al oír las parábolas de Jesús los principales sacerdotes y los fariseos, comprendieron que Él hablaba de ellos.

46 Y cuando procuraron prender a Jesús, tuvieron miedo de la multitud, porque ellos lo tenían por profeta.

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