Una historia, una canción

Una historia, una canción

Un día como hoy, 10 de mayo de 2021, hace 105 años, fue proclamada Patrona de Cuba la Virgen de la Caridad del Cobre, por el papa Benedicto XV.

Como ofrenda musical ante su imagen en este día tan significativo, el P. Jorge Catasús Fernández ha querido dejar a los pies de la Madre, una grabación realizada en la ciudad de Bayamo en el ya lejano 1993 al anciano trovador Juan Atencio.

Imagen Protectora, de Sindo Garay, en la voz de Juan Atencio, acompañado en la guitarra por el propio P. Catasús, es hoy ofrenda de todos los trovadores cubanos de todos los tiempos para nuestra Madre, Reina y Patrona, la Virgen de la Caridad.

IMAGEN PROTECTORA: Sindo Garay

(P. Jorge Catasús)

En el año de 1989, procedente de Guantánamo, arribé a la ciudad de Bayamo, segundo destino en mi ministerio pastoral. Poco tiempo después de mi llegada, conocí a un anciano octogenario, Juan Atencio, hombre humilde, mestizo, entre otros oficios había sido pintor “de brocha gorda”. Toda la luz que casi no podían percibir ya sus ojos, la irradiaba, sin embargo, al narrarme sus vivencias de trovador e interpretar “a capella”, emocionado, con voz potente y melodiosa, las antiguas canciones de la trova tradicional. Con singular sentimiento me interpretó una de ellas, dedicada a la Virgen de la Caridad, que aprendió de un disco de prueba que llevaron desde La Habana al taller en el que trabajaba en Manzanillo, a comienzos de la década del 20 del siglo pasado. Había sido grabada, según me expresó, por el dúo de Manuel Luna y Pablito Armiñán.

 Imagen protectora de mi vida,
Emblema de pureza y salvación,
Hoy protege una vez más a quien te pide
Y lo salvas con tu santa bendición.

   Eres casta y piadosa en realidad,
Eres la luz que alumbra mi camino,
Amparo eres de todo peregrino,
Virgen sagrada de la Caridad.

 Su autor –me dijo Atencio– era Sindo Garay (Santiago de Cuba 1867-La Habana 1968), a quien conoció años más tarde en Bayamo y le manifestó que la inspiración para componerla había sido una visita que había realizado al Santuario del Cobre. Atencio, quien la titulaba Imagen protectora, me contaba que ésta fue una de las piezas favoritas en su repertorio, interpretándola frecuentemente en serenatas y veladas familiares y, cada 8 de septiembre, se la solicitaba el Padre Nueva Paz, de la Iglesia del Santísimo Salvador.

El texto alude al comenzar a la imagen y, al concluir, a la misma Virgen de la Caridad. Va del símbolo a la persona, entretejiendo virtudes (pureza, castidad, piedad) con acción benefactora (protección, salvación, iluminación, amparo) que trasciende a todo peregrino. Enlaza una petición (tercer verso) con una afirmación del poder de la bendición de la Virgen (cuarto verso).

Traté de imaginarme con mi guitarra cómo hubiera “sonado” armónicamente la de Sindo, para acompañar y grabarle esta bella obra al anciano trovador. Luego de un primer intento con la mejor grabadora de cassette de que pude disponer, se dio la ocasión providencial de registrarla en soporte digital –voz y guitarra– teniendo como improvisado estudio la sacristía del templo del Santísimo Salvador (Grabación y mezcla: Eligio Enrique Domínguez). Fue una mañana inolvidable de octubre de 1993; transcurría la Jornada de la Cultura Cubana en la ciudad del Himno.

Esta significativa experiencia constituyó para mí el detonante motivador para comenzar mi insistente indagación sobre la presencia de nuestra Patrona en nuestra música, especialmente en los compositores populares.

Avanzando en mi pesquisa, un amigo bayamés, poseedor de una valiosa discografía, puso en mis manos un viejo Long Play del sello Panart (LP3032). Era el primer volumen de una serie, Glorias de la Canción Cubana, íntegramente dedicado a obras de Sindo Garay, interpretadas magistralmente por uno de los mejores dúos de mediados del siglo XX, Cabrisas-Farach, con la orquesta de Orlando Estivill. Uno de los temas: Madre Virgen. En la contracarátula del LP se precisa: “inspirado en un buque bajo los efectos de una tormenta”.        

  Eres la Madre de Cuba
Madre de la humanidad
Eres la preciosa Virgen
Santa y pura de la Caridad.

  No porque me encuentre ausente
Dejo de acordarme de ti
Para que tengas piedad
Virgen pura, para mí.

 Se trata de una cadenciosa guaracha cuyo texto comienza afirmando no sólo la maternidad de la Virgen de la Caridad para con todos los cubanos, sino su maternidad universal, destacando su hermosura y nuevamente sus virtudes: santidad y pureza. El autor le recuerda a la Madre que su lejanía no significa olvido, implorando su piedad.

Tras las huellas de Sindo, descubrí un tiempo después el ensayo de Carmela de León Sindo Garay. Memorias de un trovador (Letras Cubanas, 1990). En el catálogo de las obras, que aparece al final del libro, se reportan dos con el título Virgen del Cobre, ambas grabadas pero no registradas, y sólo una fechada, entre 1890-1900. Dada la fecha que llegó aquel disco de prueba a las manos del trovador Atencio -alrededor de 1920- pudiera pensarse que la más antigua debe ser la que pudimos grabarle, Imagen protectora, de la que no hemos encontrado ninguna otra grabación. En la discografía que aparece en estas Memorias… se consigna el LP del dúo Cabrisas-Farach arriba mencionado, que incluye el tema Madre Virgen.

Puede consultarse: …lo que quiero es Virgen de la Caridad
                              Nuestra Patrona en la música cubana

(P.Jorge Catasús)

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