Ministros de la Catequesis: llamados a Evangelizar y servir

Ministros de la Catequesis: llamados a Evangelizar y servir

Por: María C. López Campistrous

El 10 de mayo de 2021 el papa Francisco firmaba el Motu proprio “Antiquum ministerium” con el que quedaba establecido el ministerio laical de catequista. Al hacerlo el Papa reconocía la urgencia en el mundo de hoy, de “reconocer la presencia de laicos y laicas que, en virtud del propio bautismo, se sienten llamados a colaborar en el servicio de la catequesis”. Es un nuevo ministerio, pero con raíces profundas y antiguas en la vida de la Iglesia. “Muchos catequistas capaces y tenaces desempeñan una misión insustituible en la transmisión y profundización de la fe… una larga fila de beatos, santos y mártires catequistas han marcado la misión de la Iglesia, constituyendo una fuente fecunda para toda la historia de la espiritualidad cristiana”, dice el Papa.

Y este deseo y firme decisión del Santo Padre, buscaba desde antes vías y formas en nuestra Arquidiócesis. Ya desde el 2020 se había comenzado a pensar y configurar un programa de formación para la formación de los laicos que en el futuro pudieran recibir el ministerio del catequista, que se tuvo su confirmación cuando el Santo Padre instituyó el nuevo ministerio.

Tiempo de formación y de discernimiento vocacional, que ha culminado este sábado 10 de septiembre con la institución del Ministerio laical del catequista, en eucaristía solemne en SBMI Catedral de Santiago de Cuba, a seis laicos de seis comunidades de la Arquidiócesis.

Mons. Dionisio García Ibáñez, arzobispo de Santiago de Cuba presidió la eucaristía acompañado por varios de los párrocos de nuestra Arquidiócesis; un número numeroso de catequistas y niños, de hermanos de las diferentes comunidades de la ciudad fueron testigos de la solemne institución.

Después del Evangelio fueron presentados al Arzobispo los candidatos, llamados por su nombre, quienes manifestaron públicamente su aceptación, su sí a esta nueva llamada. Ceremonia sencilla y llena de símbolos. Ellos son:

Keilayania Bresler Gell, de la comunidad de Catedral

Katerine Savón Méndez, comunidad San Luis Obispo de El Caney

Rafael Castellanos Díaz, comunidad Nuestra Señora de la Anunciación

Ana Virgen Espinosa Rosales comunidad de San Joaquín, San Luis

Giorvi Poll Solis, de la comunidad de la Virgen de la Caridad del Cobre

Giovanna Tames Miraglia, de la comunidad de la Sagrada Familia de Vista Alegre.

Monseñor Dionisio luego de la explicación de las lecturas de la Palabra de Dios del día, hizo la pequeña homilía propia del rito de institución del Ministerio laical de catequista:

El Señor Jesucristo, antes de volver al Padre, mandó a sus discípulos predicar el Evangelio a hasta los confines de la tierra. Desde el día de Pentecostés la Iglesia, animada por el Espíritu Santo, ha permanecido fiel a este mandato, en todo tiempo y lugar, transmitiendo la fe a través de la palabra y el ejemplo de innumerables testigos. El mismo Espíritu

continúa enriqueciendo a la Iglesia con la variedad de sus dones para el bien común.

Todos los bautizados participan de la misión de Cristo sacerdote, profeta y rey, y tienen parte activa en la vida y acción del Iglesia. Sin embargo, entre ellos algunos reciben una llamada particular a ejercer los ministerios que la Iglesia ha instituido.

Ahora ustedes, que ya están trabajando activamente por la comunidad cristiana, son llamados al ministerio estable de catequistas para vivir más intensamente el espíritu apostólico, siguiendo el ejemplo de aquellos hombres y de aquellas mujeres que ayudaron a Pablo y a los demás apóstoles a difundir del Evangelio.

Que su ministerio esté siempre enraizado en una profunda vida de oración, edificado sobre la sana doctrina, y animado por un verdadero entusiasmo apostólico. Acercarán a la Iglesia a hombres que tal vez viven lejos de ella; cooperarán con generosa dedicación en comunicar la palabra de Dios; cultivarán constantemente el sentido de la Iglesia local, de la que el parroquia es su célula.

Testigos de la fe, maestros y mistagogos, acompañantes y pedagogos que instruyen en nombre de la Iglesia, serán llamados a colaborar con los ministros ordenados en las diversas formas de apostolado, corresponsables de la misión confiada por Cristo a la Iglesia, siempre dispuesta a responder a todo el que te pregunte la razón de la esperanza que hay en ti.

Los seis candidatos puestos de rodillas ante el Arzobispo, quien oró y bendijo, antes de bendecir e imponer los crucifijos que como signo especial de este ministerio recibió cada uno de los ya Ministros de la Catequesis.

Antes de finalizar Rafael de Jesús, a título personal y en nombre también de todos agradeció el camino realizado y a todos los que en la diócesis, y desde diversos lugares del mundo les acompañaron y apoyaron.

Alegre y muy hermosa celebración, no sin los contratiempos de estos tiempos. El Coro que animaría la liturgia sería el de los niños de la catequesis de la parroquia del Cobre, pero el transporte contratado no llegó… el maestro Melvín sí logró llegar y en breve minutos llenaron el espacio del coro “voces” de diferentes comunidades que como si hubieran ensayado antes enseguida “empastaron” y lograron acompañar con sus cantos hasta la llegada de los pequeños.

“No tengan miedo: si el Señor los llama a este ministerio, síguelo. Serán partícipes de la misma misión de Jesús de anunciar su Evangelio y de introducirlos en una relación filial con Dios Padre”, decía el Papa en esa misma mañana en Roma a los catequistas que finalizaban su Congreso. No tengan miedo, les decía al terminar la eucaristía Mons. Dionisio, sean buenos testigos para los que vendrán detrás.

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