Alocución del 7 de septiembre de 2022

Alocución del 7 de septiembre de 2022

Arquidiócesis de Santiago de Cuba 
(Música, Virgen Mambisa, Arasay Machirán y Coro Interparroquial)

En esta mañana nos acompaña Mons. Dionisio García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba 

Buenos días, hermanos y hermanas, de esta hermosa provincia de Santiago de Cuba, la tierra de a Virgen de la Caridad. Hoy día 7, vísperas de la Fiesta de la Virgen, 8 de septiembre, queremos llegar hasta ustedes, entrar en sus hogares, compartir con los grupos que en este momento está oyendo la radio, las familias, para recordar la fecha. Esa fecha tan importante, que no hay ningún cubano que se olvide. En los campos, en las ciudades, en Cuba y fuera de Cuba, siempre de una manera u otra nos acordamos del día de la Madre, de la Caridad.

Es una celebración espontánea, una celebración de tradición, una celebración entrañable. ¿Quién no se acuerda de sus abuelas, de los abuelos, de los mayores en este día? Es una fiesta de encontrarnos con Dios a través de la Virgen, que es la Madre de Jesús, el mismo Hijo de Dios. La tradición de nuestro pueblo es orar en este día, elevar nuestra oración a Dios, pidiéndole a la Virgen que nos acompañe siempre. Hay veces que decimos “¡Madre, no nos desampares!”, todos sabemos que la Madre no nos desampara; pero lo decimos como cuando le decimos a nuestra mamá, a nuestra madre, “mamá yo te quiero”. Todos sabemos que la queremos y la madre sabe que la queremos, pero queremos decirlo, y eso es lo que significa la oración en este día.

Tenemos la Virgen en los lugares más increíbles. En nuestra billetera, en nuestra cartera; tenemos la Virgen donde tenemos el carnet de identidad, de hecho, la Virgen de la Caridad cuando la presentamos en algún lugar y hay personas que la conocen, enseguida nos van a identificar como cubanos. Es casi un carnet de identidad de “cubano”. ¿Dónde más la llevamos? Hay niños que la llevan en sus libretas de escuela, la tenemos en la casa en algún cuadro por pequeño que sea, e una gaveta donde tenemos recuerdos viejos pero queridos, ahí está la imagencita de la Virgen. Tenemos nuestras capillas y nuestros templos; en las casas de oración, en los lugares donde no hay templos sobre todo en los campos, en las afueras de las ciudades, hay una imagen de la Virgen, una estampa, donde los vecinos se reúnen para orar. Y la tenemos en El Cobre, El Cobre es el lugar por excelencia.

Si decimos que nos acordamos de la Virgen de la Caridad, de su imagen, inmediatamente también nos acordamos del Cobre. Y creo que muchos cubanos anhelan por lo menos una vez en su vida ir al Cobre. Y muchos una vez que van quisieran repetir la visita. ¿Por qué? Porque las montañas del Cobre guardan, atesoran, esa pequeñita imagen que fue hallada en Nipe en el año 1612, es decir hace 410 años. Fue hallada por aquellos dos indios, y aquel esclavo pequeño. La llevaron a Barajagua allá en Holguín, al sur de Nipe, después a trajeron al Cobre, y ahí está con nosotros.

Ese Santuario que fue construido por la devoción de todos, que tres veces fue destruido, pero también tres veces levantado, y es el Santuario que acoge a todos los cubanos. Y en esto podemos decir a todos los que tenemos a María como nuestra Madre porque es la Madre de Jesús, a aquellos que la veneran como esa persona que está cerca de Dios y a la cual uno puede llegar, y a aquellos que la tienen como signo de Cuba, porque históricamente nuestra cultura ha sido permeada por la fe cristiana, y en los cubanos por la devoción a la Virgen de la Caridad. Cuando vamos al Cobre, cada uno de nosotros trae los mejores votos de bondad, de felicidad, de pensamientos sanos para los que nos rodean. Siempre pedimos las mejores cosas para Cuba.

¿Quién es la Virgen de la Caridad? La Virgen, que nosotros llamamos Caridad, es la Madre de Jesús. Dice el evangelio que era una joven, en una humilde aldea, en Judea en lo que hoy es Palestina, y que un día en la historia, un enviado del Señor dice el evangelio que el Ángel Gabriel, le pregunta si quiere ser la Madre del Hijo de Dios, que quería hacerse hombre para salvarnos. Ella duda, como todos nosotros podemos dudar, y lo dice, ella duda, pero enseguida se da cuenta de que las cosas vienen de Dios. Cuando está convencida de que eso vine de Dios dice, “hágase en mí según tu Palabra”. Y esas palabras de María hicieron posible, que Dios, en la segunda persona de la Santísima Trinidad, el Hijo de Dios, Jesucristo se hiciera hombre en el seno de la Virgen. Esa es la maternidad. Una familia formada por un hombre, José, por una mujer, María, que antes de convivir juntos, estaban comprometidos, sucede este acontecimiento.

El Señor quería nacer en una familia, esa familia natural del hombre y la mujer. Así fue como vino al mundo el Hijo de Dios. Ya conocemos la historia de Jesús. Ése que empezó predicando, haciendo el bien, como dice el texto de la Biblia, pasó por el mundo haciendo el bien, y al final murió en la cruz por aquellos que no querían el bien y por eso lo sacrificaron en la cruz. Por eso la cruz es un signo de Redención, porque al tercer día, ése que había sido muerto en la cruz, resucitó para enseñarnos el camino que conduce hacia Él. Él nos da su palabra, que está en los evangelios para que nos encontremos con Él, con Dios y le sigamos.

Ésa es la historia de nuestra devoción a la Virgen, lo demás es 410 años de encuentro, de cariño entre el pueblo cubano y la Virgen. Y eso ha hecho que se mantenga la fe en el pueblo cubano. Como prueba de esto, yo les invito a escuchar una parte del texto con que los veteranos allá en el año 1915, le pidieron al Papa declarara a la Virgen de la Caridad Patrona de Cuba.

“No pudieron ni los azares de la guerra, ni los trabajos para librar nuestra subsistencia, apagar la fe y el amor que nuestro pueblo católico profesa a esa Virgen veneranda; y antes al contrario, en el fragor de los combates y en las mayores vicisitudes de la vida, cuando más cercana estaba la mn rocío consolador para nuestras almas, la visión de esa Virgen cubana por excelencia, cubana por el origen de su secular devoción, y cubana porque así la amaron nuestras madres inolvidables, así la bendicen nuestras amantes esposas y así la han proclamado nuestros soldados, orando todos ante ella para la consecución de la victoria y para la paz de nuestros muertos inolvidados; y acusaría una vergonzosa ingratitud por nuestra parte, el que a los beneficios que esa Virgen excelsa nos prodiga, permaneciéramos inactivos o mudos, y no levantáramos nuestra voz ante el sucesor de San Pedro, para que haciéndose interprete de los sentimientos del pueblo católico de Cuba y de los de su Ejército Libertador que profesan la religión de nuestros antepasados, y usando de las facultades de que se encuentra investido, declare, previo los trámites correspondientes como Patrona de la República de Cuba a la Virgen de la Caridad del Cobre, y de fiesta eclesiástica en ella el día que lleva su santo nombre.

Por tanto, a Su Santidad suplicamos humildemente, se sirva acceder benigno a nuestra solicitud.”

Imaginemos, radioescuchas, hermanos míos, la emoción de estos veteranos. Venir de cada uno de sus pueblos, una caballería enorme porque dicen los historiadores que vinieron montados en sus caballos como los mambises. En sus espaldas todo el dolor que significó la lucha por la independencia, pero también en su corazón las alegrías de haber conseguido la libertad de un pueblo. Imaginémonos eso, imaginemos también que ya se había vivido más de diez años de Cuba independiente. Ellos se habían dado cuenta de que ganar una lucha no significaba alcanzar la felicidad para un pueblo. Ellos se dieron cuenta de que el pecado, el mal estaba metido también en medio de nosotros y por eso fue que fueron al Cobre. Sabían que ellos con sus propias fuerzas no podían alcanzar esa felicidad y esa libertad. Ellos lo sabían por experiencia, todavía había muchas divisiones, todavía había muchos intereses, muchos egoísmos, muchos partidismos, y ellos acudieron a la Virgen.

Si en el campo, si en la lucha, la Virgen era como una luz que iluminaba y unía; ellos también que la Virgen siguiera iluminando y uniendo a nuestro pueblo. Por eso fue que ellos hicieron esa petición. Gracias a Dios que ellos se decidieron a dar ese paso, de pedir públicamente que se declarara a la Virgen como Patrona de Cuba, para que nosotros los cubanos de hoy, más de cien años después, no nos olvidemos de que la Virgen es la que guía y la que une, y que la Virgen siempre nos va a llevar al bien, y que siguiendo a la virgen, que es lo mimos que seguir a Jesús, nosotros vamos a encontrar el bien, para nosotros mismos, para nuestra familia y para nuestra Patria. Desechando toda división, todo egoísmo, toda soberbia que nos divide, desechando todo aquello que impide que seamos un pueblo de hermanos; un pueblo que quiere habitar esta tierra hermosa que el Señor nos Dios, hacerla prosperar, fructificar, para ser felices.

Por eso es que ellos dieron este paso, y este es el paso que nosotros damos siempre el día 8, y que con más razón tenemos darlo cada día con mayor decisión. Volvamos a nuestra Madre la Virgen de la Caridad, que significa, volver a Jesús; postrémonos ante sus pies y digamos “Madre tú seguiste a tu Hijo Jesús ayúdanos también a seguirlo, acompañados por ti, para el bien nuestro, de nuestra familia y de nuestra Patria”.

(Música, Virgen de la Esperanza, Grisel Gómez)

Hermanos y hermanas, en esta víspera de la celebración de nuestra Patrona la Virgen de la CARidad del Cobre, vamos a orar por toda Cuba, por todos los cubanos. Y vamos a orar con las oracione suqe aprendimos de pequeños, las que nos enseñaron nuestras madres, con las que nosotros nos dirigimos comúnmente a Dios.

Padrenuestro que estás en el cielo

santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad,

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

Como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en la tentación,

Y líbranos del mal.

Amén

Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.

Amén

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo.

Como era en el principio, ahora y siempre,

por los siglos de los siglos. Amén.

Hermanos antes de despedirnos quiero avisarles para conocimiento de todos, cuáles van a ser las principales celebraciones en cada uno de los municipios y aquí en Santiago de Cuba.

En primer lugar, decir que los templos permanecerán abiertos la mayor parte del día, y que se ofrecerán misas. Cada lugar según la hora que han escogido. También van a haber procesiones en diferentes pueblos.

El horario de las celebraciones en el Santuario del Cobre. A las siete de la noche, de esta noche, día 7 tendrá lugar la procesión desde la antigua Iglesia del Cobre, hasta el Santuario que ya es tradicional. Mañana a las 12 de la noche, será la primera misa. Después la segunda será a las 7 de la mañana, la siguiente misa será a las 9:30 de la mañana presidida por mí, por el Arzobispo. A mediodía se celebrará otra eucaristía, a las 4 de la tarde y a las 8 de la noche también habrá misa. Es decir las personas del Cobre y los que vayan en peregrinación saben que tendrán mañana seis misas en EL Cobre y ellos podrán escoger la que deseen.

Las procesiones. La procesión en Santiago de Cuba será a las 5:30 de la tarde, partiendo desde el Arzobispado hasta la Catedral como ya es tradicional; y en la Catedral allí frente al Parque Céspedes tendremos la celebración de despedida a la Virgen de la Caridad. Sabemos que hay dificultad, transporte, las luces  pero hagamos lo posible por participar.

En la parroquia de Palma Soriano, la procesión será el 8 de septiembre a las 5 de la tarde, saldrá desde el templo parroquial que está en la Carretera Central.

En la parroquia de San Luis, la procesión será mañana 8 de septiembre a las 6 de la tarde, saliendo desde el templo frente al parque.

En La Maya, la procesión será el 8 de septiembre, es decir mañana, a las 6:30 de la tarde, partiendo también desde el templo.

En Contramaestre, la procesión se va a realizar el domingo 11 de septiembre a las 7:30 de la mañana, saliendo desde el templo que está en la Carretera Central.

Vuelvo a repetir que todos los templos estarán abiertos ese día para las personas que quieran ir a orar.

Hermanos nos despedimos con la alegría de que estamos celebrando la fiesta de nuestra Madre. Que el,a siempre vela por nosotros y nos acompaña. Vamos a recibir la bendición de Dios.

El Señor esté con ustedes. R/ Y con tu espíritu

Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre ustedes, y los acompañe siempre. Amén.

Pueden ir en paz. R/ Demos gracias a Dios

 Nuestra Señora de la Caridad. R/ Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Caridad. R/ Ruega por nosotros.

Nuestra Señora de la Caridad. R/ Ruega por nosotros.

 (Música, Veneración, Ecos del Tivolí)

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