Irradia emisión del 2 de enero de 2022

2 de enero de 2022
Programa Radial de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Transmitido por RCJ, el Sonido de la Esperanza y CMKC, emisora provincial
2do Domingo después de Navidad, Epifanía del Señor

“Entraron en la casa; vieron al niño con su María su madre y, postrándose, le adoraron” Mateo 2, 11

(Música, Epifanía, Javier Brú)

Para llegar a ti como una bendición, para abrir tus alas al amor de Dios.

Irradia. Un proyecto de la Oficina de Comunicación de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.

Saludos a todos los que nos acompañan en este día en que venimos a compartir la fe con nuestra comunidad.

Bienvenidos a este encuentro fraternal con la iglesia toda, como cuerpo místico de Jesús.

Irradia está contigo, irradiando la fe.

 Para la reflexión de hoy nos acompaña el P. Juan Elizalde, párroco de Santa Teresita

Buenos días mis queridas hermanas y hermanos, qué gusto, qué alegría poder estar con ustedes en esta mañana en la que la iglesia celebra la fiesta litúrgica de los Reyes Magos o la Epifanía del Señor. cuántas gracias le doy a Dios por poder estar con ustedes, reflexionar, orar un rato juntos en estos primeros días del año 2022. Yo soy el P. Juan Elizalde, de la parroquia Santa Teresita del Niño Jesús, aquí en Santiago de Cuba, y vamos juntos a recorrer ese camino que hicieron los Magos para encontrar a Jesús, que es la Luz del mundo.

Lectura del evangelio de San Mateo, capítulo 2, 1-12

Hoy es la fiesta de la Luz, es la fiesta litúrgica de la Epifanía, de los Reyes Magos, porque Jesús es la luz para todos los hombres, también de los gentiles, de aquellos que no creían, de aquellos que no le aceptaban, esos que quedaban excluidos de la comunidad judía. Por eso, este es el mensaje que el evangelista san Mateo quiere hacer llegar a su comunidad compuesta por judíos convertidos al cristianismo, con esta preciosa escena de la estrella conduciendo a unos Magos extranjeros hasta la cuna del Niño Dios. Un Luz que llena de inmensa alegría a los magos cuando ilumina sus corazones con la presencia de Jesús en los brazos de María.

Todos nosotros recordamos esta fiesta como un día de inmensa e inocente alegría, cuando siendo niños recibíamos lo que los Magos nos traían. Esa alegría sencilla, humana, inocente, es la otra cara de esa otra alegría más profunda, que debería llenar siempre nuestro corazón por haber encontrado la luz de Dios, la luz de la fe, encontrado a Jesús.

La historia de estos Magos, es nuestra historia. Los llama a ellos una estrella y emprenden un camino por tierras desiertas, desconocidas. Pierden la estrella cuando buscan, en el actuar humano de poderosos y sabios de Jerusalén, lo que éstos no pueden dar. Y vuelven a encontrarla con gozo inmenso al salir de la ciudad. Y encontrar esa Luz, esa otra Luz de Dios en el Niño, el hijo de María, en su regazo. Siendo ellos, convirtiéndose en luz para los demás.

Nuestra fe, mis hermanas y hermanos es una luz, una llamada personal de Dios a cada uno, es una llamada, una atracción hacia la búsqueda de Dios. Esta llamada puede obstaculizar y de hecho obstaculiza, mi vida entera, me sacude en mi escala de valores porque exige que ponga como valor supremo mi adhesión a Dios, y luego, todo lo demás. Los Magos dejaron su patria, sus comodidades, y se embarcaron en un gran viaje. Preguntémonos nosotros hoy, ¿me siento llamado personalmente por Jesús, o tengo una fe débil, inconstante? También todos nosotros tenemos la experiencia de que, cuando nos apoyamos excesivamente en lo humano, cuando nos dejamos involucrar en los problemas diarios perdiendo el norte de la estrella, cuando buscamos en la sabiduría y cálculos humanos la solución de nuestros problemas; o pensamos que teniendo poder o dinero pues podemos resolverlo, la estrella de fe se esconde, nos sentimos abandonados, sin fuerzas, sin ánimo, y aunque pretendemos ocultar nuestra falta de paz, con una falsa alegría, nos falta lo esencial, porque nos falta Jesús. Sólo cuando volvemos a acercarnos al Señor con sinceridad, con sencillez, con humildad, reconociendo nuestros errores, encontramos la inmensa alegría que encontraron los Magos al ver al Niño en los brazos de María. Y cuando esa paz y alegría de la fe vivida nos invade, nos desborda, entonces somos capaces de andar por caminos nuevos, y llenos de la luz de Dios convirtiéndonos en luz para los demás.

Ustedes son la luz del mundo, nos dijo Jesús, una luz que transforma todo lo que hay a nuestro alrededor, luz extraordinaria como la de los Reyes Magos, que convierte el odio en amor, la ofensa en perdón, la discordia en armonía, que transforme el error en verdad, la duda en fe, la desesperación en esperanza. Luz que nos haga olvidarnos de nosotros mismos, como diría el humilde San Francisco de Asís, de forma que no nos empeñemos tanto en ser consolados como en consolar, en ser comprendidos sino en comprender, en ser amados sino en amar, recordando siempre que dando se recibe, olvidando se encuentra, perdonando se es perdonado.

El Señor nos conceda esta fuerza, y la gracia contenida en la fe. Esa fe que ilumina nuestro camino como una maravillosa y brillante estrella. Que así sea.

(Música, Una estrella, DR)

Vamos ahora a orar juntos, pidiendo por nuestras necesidades y, sobre todo, por aquello que ha suscitado la escucha de la Palabra de Dios, y que vemos como una nueva necesidad a partir de ahora. Vamos a unirnos diciendo juntos, Señor guíanos con tu luz.

Para que la iglesia anuncie a Jesucristo en todo el mundo guiando a los hombres hacia Él. Oremos. Señor guíanos con tu luz

Para que nuestros gobernantes, sean instrumentos de la paz, de la concordia, y la justicia. Oremos. Señor guíanos con tu luz

Para que se reconozcan los derechos y la dignidad de quienes sufren a causa de la discriminación y la persecución. Oremos. Señor guíanos con tu luz

Para que quienes no conocen la fe, descubran la fuerza del Evangelio de la alegría y la esperanza. Oremos. Señor guíanos con tu luz

Para que en nuestra sociedad cubana se procure el bien de las futuras generaciones mediante la protección y el respeto de la familia como institución natural. Oremos. Señor guíanos con tu luz

Para que cada uno de nosotros se deje guiar por la luz de Cristo, para transitar por los caminos de la fe, la esperanza y la caridad. Oremos. Señor guíanos con tu luz

(Música, Jesús nació, Marcos Witt)

Ahora sabiendo que todos somos amados por un Padre común, como hijos le decimos a Dios la oración que Jesús mismo nos enseñó.

Padre nuestro que estás en los cielos,

santificado sea tu nombre.

Venga a nosotros tu reino.

Hágase tu voluntad,

así en la tierra como en el cielo.

Danos hoy el pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

Como también nosotros perdonamos

a los que nos ofenden.

No nos dejes caer en tentación,

Y líbranos del mal.

Amén

 Ahora con mucha alegría y con mucho cariño, les voy a impartir la bendición de parte de Dios.

Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre. Amén.

Mis queridos hermanos, he tenido muchísimo gusto en compartir esta mañana la reflexión desde la palabra de Dios, hoy domingo. Hasta un próximo encuentro. Gracias a todos los que hacen posible que esto llegue a tantas personas de buena voluntad, que unidos en la oración quieren lo mejor para ellos, para sus familias, y también para todos los cubanos.

Con mucho gusto hemos realizado este programa para ustedes desde la Oficina de Comunicación, de la Arquidiócesis de Santiago de Cuba.

Guion, grabación, edición y montaje: Erick Guevara Correa

Dirección general: María Caridad López Campistrous

Fuimos sus locutores y actores. Maikel Eduardo y Adelaida Pérez Hung

Somos la voz de la Iglesia católica santiaguera que se levanta para estar contigo… IRRADIA

 (Música, Sigo la estrella, Estación Cero y Río Squad) 

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