Alocución de la Caridad 2019

“Alégrate, María, llena de Gracia, el Señor está contigo…Has encontrado el favor de Dios… Y darás a luz a un hijo y le pondrás por nombre Jesús” (Ev. Lucas 1) 

Queridos hermanos y hermanas que vivimos en esta querida y entrañable tierra santiaguera.

Con estas frases de elogios y admiración que la Biblia le dedica a la Virgen María, hemos querido comenzar el mensaje por el Día de la Caridad del Cobre. Les pido a Ustedes, que me están escuchado por las ondas de la CMKC, que hagan llegar a todas sus familias y amigos, que por un motivo u otro no pueden escucharme, la bendición de Dios y la maternal cercanía de Nuestra Madre y Patrona la Virgen de la Caridad.

En estos primeros días de septiembre, desde Baconao hasta Guamá y desde Baire hasta la ciudad de Santiago de Cuba, hay dos acontecimientos que marcan la vida de muchos de nuestros conciudadanos: El primero es el inicio del curso escolar con las   preocupaciones, esperanzas y los necesarios trajines que esto conlleva para muchas familias; y, el segundo, la cercanía de la Fiesta de Nuestra Señora de la Caridad que celebraremos, como todos los años, mañana domingo 8 de septiembre.

A la Virgen, le manifestamos nuestra devoción de múltiples y variadas maneras:  Rezando el Ave María; poniéndole flores a la imagen o a la estampa que tenemos en nuestros hogares o mirando y besando la medalla o estampa que llevamos siempre con nosotros. En muchos hogares esperarán orando el 8 se septiembre, Día de la Virgen. Así lo celebraban los mambises en la manigua y aun es tradición en algunas familias.

También en estos días, iremos a la Iglesia o la casa de oración más cercana para orar en comunidad participando en la misa, rezando el rosario o simplemente nos unimos en oración. Muchos tendrán la posibilidad de recorrer nuestras calles orando y cantándole a la Virgen en las procesiones que dedicadas a ella se realizarán en las siguientes ciudades y pueblos de nuestra provincia: hoy, sábado 7 habrá procesiones en el poblado de El Cobre y en Mayarí Arriba. Mañana domingo 8 serán en las Santiago de Cuba, Palma Soriano, San Luís, Contramaestre y La Maya. Oremos los unos por los otros participando en ellas.

Además, hoy día 7 de septiembre a las 11.00 de la noche, partirá desde la Iglesia de San Francisco la ya tradicional peregrinación, a pie, hasta el Santuario del Cobre. Bajará la calle San Francisco hasta la Alameda, pasará frente a la Iglesia de Cristo Rey y seguirá por el camino viejo de El Cobre hasta llegar al Santuario. En ella participan   muchos jóvenes a los que se van uniendo grupos de peregrinos, sobre todo de los barrios por donde ella pasa.

Como es habitual, el lugar central de las celebraciones es el Santuario de El Cobre. De todo el país, pero principalmente de las provincias orientales, acudirán al Santuario, esta noche y mañana 8 de septiembre, muchos devotos de la Virgen, a pesar de las dificultades presentes. Allí podrán participar en alguna de las 6 misas que se celebrarán ese día. Estoy seguro que pediremos a Dios por las necesidades de nuestras familias, por todos los cubanos y por nuestra Patria.

En los 400 años de presencia de la Virgen de la Caridad en las lomas de El Cobre y hasta el día de hoy, nuestro pueblo ha pasado por muchas dificultades, alegrías, penurias, logros, momentos difíciles, luchas y siempre hemos sido acompañados por su presencia maternal que, como luz y faro de esperanza, nos anima a no dejarnos vencer por el desaliento, por las fuerzas del mal y el pesimismo. Ella nos ha animado a confiar en Dios que nos llama a ser hermanos, a tener una fe firme y confiada en su hijo Jesucristo, a vivir alegres en la esperanza y a compadecernos y a ser generosos con los hermanos que sufren. Esto, no lo duden, nos da fuerza para luchar y buscar, juntos, un camino de fraternidad y justicia para todos los cubanos sin hacer ninguna distinción.

Hermanos y hermanas, les invito en este momento a unirnos en oración para elevar nuestras súplicas a Dios. Que cada uno en su hogar, ore con fe. La Virgen María de la Caridad nos acompañará y también intercederá por nosotros.

1.- Pidamos por nuestras familias. La Virgen María y San José también soportaron muchas dificultades. María dio a luz a su hijo Jesús, lo envolvió en pañales y lo tuvo que acostar sobre las pajas en un establo porque no encontraron una casa que les acogiera.

Pedimos a Dios que cuide de nosotros, de nuestras familias, amigos, vecinos, en fin, pidamos para que todos los cubanos tengamos salud y los bienes necesarios para vivir con dignidad sin tanto agobio: vivienda digna, alimentación y medicinas, transporte suficiente que facilite nuestra vida; para que no haya tanta división familiar, que papá y mamá se quieran, luchen juntos por la vida, enseñen a sus hijos a ser hombres y mujeres de bien, que los abuelos y mayores de la familia sean bien cuidados y que todos pongan su confianza en la gracia y la fuerza que viene de Dios que es el único que nos puede ayudar a vencer el mal.

2.- Pidamos para que los cubanos seamos fraternos y generosos los unos para con los otros

María sabiendo que su prima Isabel, siendo mayor, estaba embarazada y de cuidado, fue a verla. En agradecimiento, y llena del espíritu Santo, exclamó “Bendita tú María entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre… Dichosa tú, que has creído porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá” (Lucas, 2) 

Imitemos a la Virgen María. No pensemos solo en nosotros, pensemos también que hay muchas personas, tal vez vecinos y hasta familiares que necesitan de nosotros. Sigamos el mandamiento que nos enseñó Jesús. “Ama a Dios por sobre todas las cosas y trata a los demás como tú quieres que te traten a ti”. No seas indiferente al sufrimiento de los demás. Respeta a cada persona porque es hija de Dios y tiene dignidad. Nadie es mejor que los demás, todos somos iguales ante Dios y tenemos los mismos derechos. Y… puede ser que mañana tú seas el que necesite la ayuda y la compasión de los demás.

3.- Pidamos para que se fortalezca y aumente nuestra fe en Jesús, nuestro Salvador, pues es el único que tiene palabras de vida eterna que dan sentido a la vida.

Imitemos a la Virgen María. Sí, ella, nos aconseja que busquemos, conozcamos y sigamos a Jesucristo. Ella nos invitó a “hacer lo Jesús nos dice”. Hagámosle caso a la Virgen, que nuestra vida quede iluminada por la Palabra de Dios. Jesucristo nos enseña que Dios es Padre de todos, que Él murió por nosotros en la cruz para que nos queden perdonados los pecados. Él nos da fuerza en esta tierra para vencer el Mal a fuerza de hacer el bien. Si vivimos así, viviremos llenos de confianza, seguridad y esperanza y alcanzaremos la salvación.

4.- “Junto a la Cruz de Jesús, estaba su madre, María”. Ella acompañó a su hijo desde el nacimiento hasta su muerte en la cruz. Cómo sufriría María al ver a su hijo condenado y muerto cruelmente siendo inocente.

Pidamos por todas las madres que sufren. Por la que tienen a sus hijos enfermos, presos, con dificultades o alejados de ellas. Que puedan ver a sus hijos sanos, fuera de peligros y violencias, que los vean lograr los anhelos y proyectos que se proponen. Pidamos para que Dios los aparte de los malos caminos y malas compañías. Para que nadie sea condenado siendo inocente. Para que nadie cause ningún daño físico ni emplee la violencia sobre otras personas. Que nadie sufra por la difamación y la calumnia, que es como si se matara a esa persona pues le destruye la moral.

5.- María fue la primera que tuvo fe en su hijo Jesús, permaneció junto a los apóstoles en oración esperando que se cumplieran las Palabras de Jesús. Ella vivió la alegría de ver a su hijo resucitado, vencedor del mal y de la muerte.  También, junto a los apóstoles recibió el Espíritu Santo en Pentecostés.

Pidamos para que también nosotros reconozcamos y nos alegremos porque Jesucristo ha Resucitado. Es la seguridad que nos da la fe de saber que la Vida tiene sentido. La vida no es, como piensan algunos, vivir algunos años con mayor o menor suerte, y después morir sin tenerle que dar cuenta a nadie de nuestros actos. No, eso es falso, todos, creyentes y no creyentes, tendremos que dar cuenta a Dios de nuestros actos: del bien que hicimos y del mal que desgraciadamente le hicimos a otros. Todos estamos llamados a resucitar y a alcanzar la vida eterna junto a Jesús, a María, a todos los santos y aquellos que nos han precedido en la vida y en la fe haciendo el Bien. Dios creo al hombre a su imagen y semejanza, lo creó para la eternidad, lo creó para ser feliz junto a Él. Alegrémonos.

Les invito a dedicar, hoy y mañana, nuestro tiempo a Dios y a la Virgen de la Caridad, poniendo nuestra vida, sueños y esfuerzos en las manos de Dios a través de la Virgen del Cobre y participando en las misas y procesiones que en su honor se celebrarán.

Me tomo la libertad de pedirles una oración por alguien que quizás no conocieron físicamente pero que trabajó mucho con mucho amor, para que durante 13 años estos mensajes salieran al aire con calidad; el director de Programa de la CMKC, Salvador Virgilí Suñol, Pidamos para que Dios lo tenga en la Gloria junto a su querida Virgen de la Caridad.

Ahora llenos de alegría y agradecimiento recemos el Ave María:

Dios te salve María, llena de gracia,

El Señor está contigo,

Bendita tu eres entre todas las mujeres

Y bendito es en fruto de tu vientre, Jesús.

Santa maría, madre de Dios

Ruega por nosotros pecadores

Ahora y en la hora

De nuestra muerte. Amén.

Les aprecia y bendice, En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén

+ Mons. Dionisio García Ibáñez

Arzobispo de Santiago de Cuba

 

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